El jueves, como sabéis, se estrenó la segunda temporada de «Águila Roja», una serie bastante entretenida que yo sigo (más que nada por la acción) y que en su pasada temporada obtuvo récords de audiencia. Pues bien, al parecer no fue el programa más seguido de la noche del jueves (cosa rara, pues se anunció bastante y la serie es buena), cosa que me dolió bastante. No porque la serie no fuese el programa más visto, ni porqe cualquier otro programa que pudiese ver fuese el superado. No. Lo que me dolió es que el programa más visto fue Gran Hermano, sí, habéis oído bien, la telebasura les gana a series, películas, etc… de mucha más calidad.
Llegados a este punto, debemos reflexionar el gran impacto que la telebasura está teniendo en nuestra cultura. La telebasura puede tener efectos devastadores, porque ¿Para qué gastar dinero en contratar actores buenos si metiendo a unos imbéciles en una casa se saca más dinero?¿Para culturizar a la gente y que tenga entretenimientos que no sean de idiotas?¿Para que piensen viendo la tele? Sí hombre, para que luego gasten menos en idioteces. Pues no, y así de paso saco dinero de la publicidad. Sinceramente vergonzoso, tanto los realitys como los programas del corazón deberían desaparecer, que lo único que hacen es idiotizar a la gente. Además, la carrera de muchos brillantes actores está en peligro en favor de la de unos (inserte insulto aquí), que lo único que hacen es idioteces. Por favor, ved un extracto del artículo de la wiki relativo a la telebasura, en el que se la define (no he cortado frases, he copiado una sección, miradlo por vosotros mismos si queréis):
Según el Consell de l’Audiovisual de Catalunya, podríamos definir la telebasura como el conjunto de programas en los que confluyen «la vulneración de derechos fundamentales, la falta de consideración hacia los valores democráticos o cívicos, como por ejemplo, el desprecio de la dignidad que toda persona merece, el poco o ningún respeto a la vida privada o a la intimidad de las personas o la utilización de un lenguaje chillón, grosero e impúdico. Todo esto se lleva a cabo con la intención de convertir en espectáculo la vida de determinados personajes que, generalmente, se prestan a ser manipulados a cambio de la celebridad que les da la televisión o a cambio de contraprestaciones económicas».
Por su parte, la Asociación de usuarios de la comunicación define la telebasura en España como cualquier espacio, sea cual sea su género (magazines y reality shows principalmente, pero también concursos e incluso debates), “en el que se prima el mal gusto, lo escandaloso, el enfrentamiento personal, el insulto y la denigración de los participantes y la agresión a / de la intimidad (es decir, la invasión de la intimidad de los que participan pero, sobre todo, la imposición a los espectadores de la intimidad de los que participan)».
Este organismo, a su vez, deja claro que no debe verse su labor de denuncia como “coartada preparatoria de la censura desde planteamientos morales reaccionarios o políticamente correctos”, puesto que su labor se fundamenta “en el entendimiento de la telebasura como un fenómeno televisivo que atenta contra la función social del medio; que menoscaba sus posibilidades expresivas y de contenido en términos tanto de información y formación como de entretenimiento, y que conculca valores constitucionales como el derecho a la veracidad, a la intimidad, a la dignidad de las personas, a la no discriminación y a la protección de la infancia”.
El uso de este argumento eleva la crítica contra la telebasura por encima de una simple cuestión de sensibilidad o de gusto (a pesar de que quienes prefieren no entrar en el tema suelen apelar al gusto), dotándola de una legitimidad que frecuentemente se le discute, puesto que en la legislación de muchos países (como España) sí que se hace mención expresa a que los medios de comunicación social (tanto los de titularidad pública como a los de concesión privada) deben respetar principios como el respeto al honor, la fama, la vida privada y el conjunto de derechos y libertades reconocidos a todos los ciudadanos.
Añadiendo contenido a esto, me gustaría criticar y pedir que la gente no vea una cadena en especial: Telecinco. Una cadena que se dedica a contratar payasos, imbéciles, (inserte insulto aquí), o (inserte insulto aquí), como queráis llamarlos y ponerlos a presentar sus programas o como personajes de sus realitys. Luego también contratan algunos (inserte insulto aquí), los ponen a actuar de forma natural (haciendo (añada el sufijo -eces al insulto que acaba de insertar)) y ¡¡¡Los llaman frikis!!! Esto último me parece de una gran gravedad para todos los frikis de verdad. Porque, que se entere la gente: un friki no es lo que vende Telecinco, no, un friki es alguien que tiene aficiones como jugar rol, leer manga y/o cómic, las japonesadas, el fantasy en general, la ciencia ficción en general, los wargames, los juegos de cartas coleccionables, los wargames, la ciencia, la informática, la lectura, los videojuegos… (no todas necesariamente). Un friki no es un (inserte insulto aquí), pese a lo que quiera deci telecinco, que quede bien claro, porque cuando dgo que soy friki, a la mayoría de la gente hay que aclararle que no somos (inserte insulto aquí), somos gente normal (en muchos casos algo más inteligentes, el rol, la estrategia… estimulan el cerebro y leer, cosa necesaria para muchas frikeces enriquece el lenguaje) pero con unos gustos distintos. Además, por si no lo sabíais, viendo Telecinco apoyáis a su presidente, Berlusconi, y le ayudáis a pagar para que chicas jóvenes se animen a alquilar su cuerpo a un viejo verde, tirando por la borda su vida, y teniendo que practicar sexo sin quererlo, por un dinero que los espectadores de Telecinco le dan (a más audiencia, más se saca por la publi). Así que, sabedlo, si veis Telecinco apoyáis la prostitución, la degradación de las mujeres, el machismo.
Aprovechando la payasada de ley que se ha promulgado «Para proteger la propiedad intelectual y la cultura», he de informar que los internautas no destrozamos la cultura. De hecho, si no fuese por internet, y por las descargas, las obras de los artistas se conocerían muchísimo menos, muchos videojuegos, libros, series, canciones… no serían famosos, y la gente gastaría menos en merchandising, conciertos, equipos para jugar videojuegos mejor (incluyendo tanto como consolas como mejoras gráficas para el pc), series de libros… Así que ya saben, si quieren culturizar y proteger de verdad a los artistas (me remito al segundo párrafo), que nos dejen a los internautas en paz y empiecen a cobrar impuestos por emitir basura en la tele. O, mejor aún, que también eliminen Telecinco, la televisión que introdujo la telebasura en nuestro país y hoy emite la mayoría, no estaría mal que una cadena de la que (los anuncios los pongo como parte de su programa, pues se saca dinero de ellos gracias a los programas) el 70% de su contenido es basura desapareciese.
Saludos, einoneros.
By: J-Fénix
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